Llego la hora de dejarte partir, no me es fácil, me he resistido a dar el paso, pensando y argumentando que había mucho que rescatar, que no podía dejar morir todo lo bello que hubo, me estaba negando a mi misma que el sentimiento se habia vuelto unilateral, dejó de ser de dos, para quedarme yo sola con éste sentimiento, puede ser todo lo bello que me guste imaginar, sólo que ya no existe en tu corazón, sólo en el mío y bajo esa premisa no puede existir ninguna relación, no al menos como yo la quiero.
Quería dejarte partir sin resentimientos y con una sonrisa, no me es posible, me dejas con el sabor amargo de la duda y de situaciones no aclaradas.
Palabras no habladas y emociones enclaustradas, las haré prisioneras de la tinta y el papel, las depositaré en el buzón y si no te llegan, es porque no he puesto dirección, así fueron nuestros últimos días, llenos de silencios y miedos
Me quedo con la última versión,
es la que mejor le viene a mi corazón.
Buena suerte cariño, si algún día me necesitarás sabes donde estoy, si algún día yo te necesitará tendría que morir para a tí acudír.